Este artículo fue escrito por Claudia Tobar para Days of Darling.
Como padres queremos que nuestros hijos se alimenten sanamente, duerman bien y tengan una actividad física suficiente que les permita crecer sanos. Sabemos que esos tres elementos son clave para un óptimo desarrollo. Hay, sin embargo, un factor que con frecuencia ignoramos: la “dieta emocional”. Este concepto nace de la idea de que, así como necesitamos cuidar aspectos físicos para nuestra salud, también debemos poner igual atención a los factores emocionales y atender la famosa salud mental.
Cuando un niño tiene sus necesidades básicas cubiertas: (fisiológicas) alimento, sueño, techo y agua, pasamos a un segundo nivel de necesidades según la pirámide de Abraham Maslow, que corresponde a las necesidades psicológicas. Para los niños en etapa de crecimiento estas corresponden a: seguridad, relaciones interpersonales, amigos, sentimientos de pertenencia, entre otras.

Durante la pandemia los niños han perdido la posibilidad de socializar con sus pares como lo hacían antes. Esas oportunidades en los recreos, en el bus y entre clases eran increíbles momentos para desarrollar destrezas sociales: necesidad básica según Maslow. Conceptos como compartir, ceder, construir nuevas amistades son algunos ejemplos de todas las destrezas que indirectamente la vida escolar ofrecía.
Cómo se ha visto afectada la dieta emocional de los niños en la pandemia
La pandemia ha eliminado casi por completo toda la ingesta emocional de su dieta. A casi un año de la cuarentena, los niños ya no cuentan con esas experiencias. ¿Cuáles son las consecuencias? Pues Adam Grant, psicólogo organizacional de la Universidad de Pennsylvania, llama a este fenómeno “incomodidad social” (social awkwardness) y argumenta que, así como cualquier destreza, la socialización requiere de práctica, de prueba y error. En una etapa tan crucial como la infancia para desarrollar habilidades sociales, si retiramos a los niños de ambientes que les permitan saber cómo relacionarse con otros, estaremos atrofiando esta destreza.

Si tenemos en casa o conocemos a niños que ahora les gusta estar solos, prefieren quedarse en casa, que ya no se ilusionan de ver a sus pares y se sienten apáticos ante encuentros con otros niños, es un síntoma de que debemos poner atención. Por naturaleza, los niños buscan la compañía de otros niños, ya que el desafío y diversión que puede dar un niño es diferente a la de un adulto. No quiero desmerecer la increíble estimulación que puede dar un cuidador adulto, pero por más entretenida y enriquecedora que fuera, los niños entre ellos ofrecen oportunidades con retos e interacciones diferentes y necesarios en su vida.

Cuando la política pública ha tomado la decisión de encerrar a la población más joven de la sociedad, debe estar consciente de las consecuencias que eso conlleva. Si algo sabemos del coronavirus es que la población menos afectada a nivel mundial son los niños; sin embargo, ha sido la población más encerrada. Según una publicación de la Universidad de Harvard, los niños no son los propagadores del virus, y cuando contraen el virus sus síntomas son leves (Harvard Health Publishing, 2020). Mientras que los adultos mayores pasean libremente en los centros comerciales sin restricción, los niños atrofian su salud emocional. Con las medidas de seguridad necesarias, es responsabilidad de los padres mantener activa la socialización de nuestros hijos. Y la próxima vez que estemos muy cómodos con que nuestro hijo prefiera quedarse en casa, pensemos dos veces y llamemos a un amigo.

Claudia es mamá de José Rafael y Elisa, de 8 y 6 años.
Tiene un doctorado en educación y es Directora del Instituto IDEA y profesora de la Universidad San Francisco de Quito. Le encanta escribir, cocinar y disfrutar tiempo en familia.
Gracias, Claudia, por este artículo tan informativo, que nos invita a la reflexión. Las fotos son propiedad de Claudia, que nos muestran su »pod» de cuarentena. Quieres leer otros artículos de Claudia para Days of Darling? Haz click para leer El venenoso poder de la comparación, Hay muchas formas de ser MAMÁ, REGRESO A CLASES 2020: La escuela no será una ventanilla de depósitos y Confesiones de una educadora que dejó de enseñar. Pueden contactar a Claudia a su email: clautobar@gmail.com
Referencias
Harvard Health Publishing. (2020). Coronavirus outbreak and kids. Available at: https://www.health.harvard.edu/diseases-and-conditions/coronavirus-outbreak-and-kids#:~:text=Are%20kids%20any%20more%20or,to%20the%20spread%20of%20coronavirus.
Murphy, K. (2020). We are all socially awkward now. New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/2020/09/01/sunday-review/coronavirus-socially-awkward.html