En un bowl, colar el azúcar y eliminar los grumos duros.
Agregar 1 cucharada de leche, el jarabe o miel y el jugo de limón y mezclar con una cuchara.
Mientras la mezcla siga dura/seca, agrega 1 cucharadita de leche a la vez, revolviendo muy bien para asegurarte de no poner más de lo que necesitas y evitar que se ponga demasiado aguado tu glaseado.
Para asegurarte de tener la consistencia adecuada: pasa la cuchara por el fondo del bowl: si puedes ver el fondo del bowl un par de segundos está bien. Si lo ves por más de 5 segundos tienes que agregar un poquito de leche. Si no lo ves ni un momento se te ha pasado la mano de leche!
Para decorar las galletas
Divide el glaseado en cuantos colores quieras usar y tintura el glaseado con colorantes comestibles.
Si quieres hacer colores muy intensos vas a necesitar varias gotas de colorante (si estás usando colorante líquido) y eso puede diluir mucho el glaseado. Para esto empieza con un glaseado más consistente, consigue el color que quieres y luego agrega unas gotitas de leche si es necesario.
Usa una bolsa de plástico duro o una manga de repostería para cada color que vayas a usar y corta un huevo pequeñito en la punta.
Cuando tus galletas estén totalmente frías usa el glaseado para decorar las galletas como gustes.
Tips para decorar
Me funciona mejor hacer un delineado en los bordes de la galleta y luego rellenar el interior.
El glaseado es mágico! Con un palillo de dientes puedes ir haciendo movimientos circulares para mezclar y que quede todo cubierto y liso.
Puedes darle pequeños golpecitos a la galleta para esparcir el glaseado.
Si te equivocas puedes solo limpiar la galleta con una toalla de papel o algodón y empezar otra vez.
Si quieres que los colores de la decoración se mezclen pon uno tras otro, mientras estén líquidos se van a mezclar solos. Si no quieres que se mezclen, espera a que se seque y endurezca el anterior antes de aplicar el siguiente.
Deja volar tu imaginación y la de los chiquitos! Enjoy!